El lunes (si, ya sé que llevo un poco de retraso) me puse por primera vez el bougu y el men en kendo. Es decir, el peto y el casco, para poder combatir. Debo decir que la experiencia fue buena (teniendo en cuenta que fue la primera vez) y que no me maltrataron demasiado XDD. Es bastante chungo de poner, hay que fijarse bien la primera vez porque cada nudo va en un orden concreto y ya se sabe que estas ceremonias a los japoneses les gustan mucho. Y encima, una vez puesto el men es muy difícil ver y oír, y el pañuelo de la cabeza se va escurriendo hasta que te tapa la vista; un coñazo de casco, vamos (o igual soy yo, que lo hago mal... ¬¬).

Y al final de la clase me dice mi sensei:
- Hoy te has puesto el equipo por primera vez, ¿no? ¿Qué tal la experiencia?
- Pues bien, un poco agobiante pero está guay :D
- El día 25 es el campeonato de Aragón, ¿te apunto?
- Hombre, no se...
- ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que dures un minuto? Igual duras dos o tres...
- Bueno, pos venga XDD
¡Qué cojones! No me apunté para hacer uchi-komi, me apunté para arrearle a alguien con un palo, así que ¡a saco!

PD: Antes de que lo pongáis en los comentarios: Sí, ya lo sé, el que va a recibir los palos soy YO.
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