domingo, 13 de marzo de 2005

Jocs Fractals, Episodio 1: Flame desde el kilómetro cero

Vaya pasada de fin de semana. Dos días entre gente genial, hackeando, pasando frío y disfrutando de una dieta vegana para chuparse los dedos (casualidades de la vida, hoy tenía judías verdes para cenar. Así es la vida). Las charlas han sido bastante buenas, aunque la convivencia ha sido lo mejor.

Partimos ya el viernes por la tarde, portátiles en las rodillas, en el autobús para barcelona. La chica que (por desgracia para ella) se sentaba al lado de Rubén salió por piernas en la parada de Sants. Deberíais haber visto su cara a lo largo de las tres horas y media del trayecto, para partirse de la risa. Cómo somos... Y es que no hemos hecho más que discutir por cualquier chorrada desde que salimos: que si Windows es una mierda (tema recurrente), que si no se deberían okupar las casas, etc...

Ese día tuvimos una charla muy interesante de fractales, cosa que me hace plantearme el retomar el libro que tengo en la mesilla de Benoit Mandelbrot. Siempre lo empiezo y luego lo dejo, más o menos en el mismo punto. Es muy curioso y se lee bastante bien sin necesidad de ser un experto en matemáticas. Además te marca párrafos que no son necesarios para la comprensión del texto. Las otras charlas del día no dieron mucho de sí, así que ni las comento, pero no llegamos a ver la de Sanchez Almeida. Una pena...

Después de cenar, sesión hacker... siempre se aprenden cosas nuevas entre amigos.

Debido a las bajas temperaturas, decidimos que la mejor manera de dormir era todos bien juntitos, cosa que dio bastante buen resultado respecto al frío, y mucho temita para reirnos un rato. Javi Amor sugirió que aquello era un grupo de "hombres sudorosos" y ahora Carlos echa mucho de menos a Rubén por las noches. Era un poco difícil girarse, pero bueno, no se puede tener todo en esta vida.

Esto es una trilogía, así que habrá más...

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